La agencia de evaluación Fitch Ratings ha mejorado el rating de Andorra en su último informe, situándolo en BBB + con perspectiva estable a largo plazo. Además, ha mejorado también el indicador a corto plazo, que ha pasado de F3 a F2. En cuanto al techo país, que es el límite que establece la agencia como máxima calificación que se puede otorgar a cualquier emisión del Gobierno o de las entidades del país a largo plazo, también se ha aumentado, pasando de A- a A+.

La mejora de todos los indicadores evaluados sitúa la valoración del país y la confianza en su economía a niveles anteriores a la crisis de BPA y es un reconocimiento de los pasos dados para lograr la recuperación de la economía andorrana. Así, los ratings otorgados son los mejores desde que Fitch comenzó a valorar la deuda soberana del país, en 2015.

En la séptima evaluación de Fitch de la deuda soberana del Principado, la agencia destaca positivamente la rebaja del endeudamiento del sector público durante el 2017 y señala que la recuperación de la economía andorrana ha acelerado.

Por un lado, Fitch valora positivamente el hecho de que el endeudamiento público cayó por debajo del 40% en 2017, y por primera vez desde el 2011, y el Gobierno registró un superávit de 9 millones de euros. Por otra parte, considera que la estabilización de la actividad del sector financiero y la dinámica de crecimiento positiva de otros sectores se pueden traducir en un crecimiento del PIB real para los próximos años.
 
Además, la mejora del rating también tiene en cuenta el equilibrio entre la capacidad económica del país, la solidez de las finanzas públicas y la estabilidad política con la pequeña dimensión de la economía, y remarca que se ha producido una mejora de la flexibilidad financiera. También se valoran positivamente los pasos dados para alinear el país en el entorno normativo, especialmente en el sector financiero, con la adaptación a los estándares internacionales y europeos, como la adopción de normas internacionales de transparencia e intercambio de información fiscal.

Sin embargo, la agencia sigue recordando que el peso del sistema financiero en la economía es un riesgo y que la falta de un prestamista de última instancia restringe las opciones ante situaciones de crisis y aumenta los riesgos del sector bancario.
 
Texto: Govern d’Andorra

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Author: Actua Actua